Pequeño
mundo de ilusiones, de sueños, nuestros sagrados parques tienen una energía que
ha iluminado a músicos, pintores, escultores, poetas, científicos y filósofos.
El
parque La Concordia ilumino la mente de todas las generaciones que por allí
pasamos, allí sonaron por muchos años las afinadas cuerda de guitarra de
nuestros músicos, El Conjunto Serenata,
Esbardo Gaviria, Alcibíades Ocampo y otros más, también sonaron las voces destempladas de
borrachos evocando a su amada, se
juraron amores eternos que quizá hoy aún perduran, aun hoy suenas las notas de Bandola, de la
música de carrilera en sus inicios, desfilan cosecheros de café nuestro
producto por excelencia, orgullo y razón de ser de nuestra identidad, sus voces
se escuchan y resuenan sus historias entre la multitud, entre vendedores y
culebreros, pregoneros y cuenteros, la cabecita parlante adivinando la suerte
de los curiosos y el lorito que extraía la carta con la suerte o la desgracia
de los parroquianos, pero también
desfilan poetas dándole luz a la sombra, color a las flores y aroma al amor, ilusiones
preñadas de esperanza y sueños
convertidos en quimeras que se esfuman
cual niebla matutina.
Desfilo
por el parque de La Concordia don Lino
Gil, también don Hugo Toro Echeverry,
y tantos y tantos grandes hombres que soñaron y visualizaron una Sevilla
pujante, en paz, culta como hoy se muestras algunas chispas.
Pero
también se escuchan aun las voces de tantos y tantos políticos y politiqueros
que por allí desfilaron, de todos los partidos y de todos los colores, de todas
las vertientes, ideologías, filosofías prometiendo cambios en nuestro
municipio, departamento y nación; hoy de sus promesas no queda nada ni siquiera
el bullicio y la algarabía de sus fanáticos, solo el recuerdo de las tarimas y
la multitud de personas vestidas de
azul, rojo, amarillo o blanco de acuerdo al color del político de turno.
En
época de violencia partidista, se escucharon disparos y granadas, causando
muerte a sus contradictores, extinguiendo la vida de personas, influenciadas
por los mismos politiqueros que nos visitaban; aun se escuchan los quejidos de
la víctima que exhala su último suspiro y las voces del victimario evocando su
respectivo partido, para luego entrar a la iglesia a pedir perdón mediante la
confesión, ante el sacerdote que al
final bendecía el arma del asesino para que afinara la puntería y que su arma
no le fallara cuando matara a su rival.
En
el parque de La Concordia nació Sevilla, se forjo por primera vez ese gran pueblo convertido en historia, allí
en el parque aún se escuchan las voces de los primeros pobladores discutiendo
con don Heraclio por la adjudicación de las tierras que ellos con hacha y
machete habían colonizado en este selvático rincón de nuestro País después de
haber sido desplazados de sus tierras de nacimiento por otra de las absurdas
violencias creadas por la clase pudiente de nuestro Colombia, al final de
innumerables diálogos con don Heraclio Uribe, resulto enamorándose de Sevilla y
al final su participación en la creación de nuestro pueblo fue el trazo del parque principal (parque La Concordia), y el de algunas calles y
carreras; don Heraclio era agrimensor y vino a estas selváticas tierra desde Tuluá
en busca de un preciado mineral, valiosísimo en la época, sal, don Heraclio
quería funda un pueblo y escogió el caserío de La Uribe, pero la clase burguesa
del Valle del Cauca no se lo permitió, es así como continuo su camino y su idea
llegando a La Selva, por la vereda La Estrella (uno de los buenos pescaderos y
sitios de baño y campin de nuestro terruño), desde allí se enrruto en dirección
a los salados que existen en La Cimitarra y Cumbarco.
Recuerdo
aun con mucha nostalgia el Café Vesubio, lugar donde concurrían jugadores de billar a recrearse sanamente, hoy
lo ocupa el supermercado Ara con una arquitectura diferente, el lugar que hoy
ocupa el fruver La Placita igualmente cambio la arquitectura, allí tenía su
ferretería don Carlos Vicente Arcila, Almacén Caviar, en la esquina enfrente de
La Cascada quedaba El Club Tres De Mayo, hoy lo ocupa una enorme carpa cual si
fuera circo, creando un enorme vacío en la arquitectura del centro histórico de
nuestro municipio, ojala se le pueda cambiar no el negocio en sí, sino la
fachada de calle y carrera. Por la carrera 51
quedaba el Almacén Odeón, otrora Jotagomez. Por el lado de la alcaldía
aun hoy la familia Beltrán conserva su propiedad más o menos con la misma
arquitectura, por allí mismo la panadería tendrá que conservar la fachada original.
En
resumidas cuentas debemos volver el
centro histórico de verdad histórico, porque el único testigo de todos los
acontecimientos que perdura en el parque La Concordia es nuestra Basílica, con
su hermosa arquitectura estilo gótico.
En
cuanto al sagrado parque La Concordia, su
hermosura se compara solamente con el paraíso, cuando es adornado por el canto
de los pájaros y a veces las pinturas que quedan con el paso de la neblina que alegra
al Sevillano nativo, porque en ella
vienen bibliotecas enteras de recuerdos, y a nuestros visitantes porque para
ellos trae un aire puro preñado de olores que bajan de las montañas, evocándoles
el grano de café característico de nuestro edén llamado Sevilla, se encuentra
allí un hermoso Odeón, pero es lastimoso que en las noches veraniegas cuando el
sol a calentado su estructura se siente a veces un fuerte olor a orina y a
veces a materia fecal, fresca cuando sus fantasmas nocturnos, los sin hogar, hacen sus necesidades. Bueno fuera una
limpieza y además llevar estos fantasmas a otro lugar para rehabilitarles sus
carencias.
Arquitectura.
Son unas
hermosas piezas, características de la arquitectura
colonial antioqueña- por ser de un estilo propio de La Colonización Antioqueña-
o simplemente arquitectura antioqueña. Regularmente los balcones antioqueños
están compuestos por chambranas y calados. Las chambranas son piezas
arquitectónicas hechas con barrotes verticales de macana o a veces de madera tallada o torneada; en tanto, los calados,
de herencia andaluz o mozárabe en nuestra cultura, igualmente son piezas de
arquitectura antioqueña a partir de adornos hechos en madera y que consisten en
una serie de agujeros que forman figuras, como “arabescos”.
Como
en la mayoría de los pueblos de colonización antioqueña, en Sevilla se utilizó
una cuadricula que tiene como punto central la plaza que data de inicios de los
años 1800 en estilos colonial y republicano gótico. La arquitectura de esta
región se compone de elementos ofrecidos por la naturaleza como guadua, barro,
boñiga, madera y teja de barro, estos elementos protegen las construcciones de
la humedad y de los animales, la vista hacia afuera a través de miradores. Las
características generales son el patio central, la construcción en forma de L (las alcobas rodean al corredor que une a la cocina con la casa). Arquitectura
típica bien conservada y declarada patrimonio.
Parque
Uribe. En décadas
pasadas fue testigo de innumerables acontecimientos, allí es mudo testigo el
busto de don Heraclio al cual se le
rinde homenaje cada año, a veces me pregunto porque solo a él, cuando lo
antecedieron otros personajes que ya estaban por estos lares.
Sobresaliente
Casa Blanca, allí creo quedaba una ferretería o tal vez era una miscelánea. Los
campesinos que bajaban de a caballo y con recuas de mulas las dejaban por allí donde hoy son los juzgados,
quedaba cerca a lo que hoy es el cuartel de Policía la panadería Hidalgo lugar donde comprábamos el pan y
los exquisitos dulce que allí vendían.
Antes
en las noches se respiraba aire puro, el cual manaba de las hermosas
araucarias, hoy las araucarias están desapareciendo lentamente, nido y cobijo
de bandadas de pájaros migratorios que anidaban con gran algarabía, alegrando a
quienes transitábamos por el lugar, a veces nos deteníamos a verlos y
escucharlos; hoy pasa uno en horas de la noche y solo se siente un fuerte olor
a marihuana.
Este
otro de los parques sagrados que tenemos, esta descuidado. Solo espero que si
algún día decide la administración meterle mano, se respete también su
arquitectura, que quien lo haga tenga la Sevillanidad, la idoneidad para que
nuestro pueblo quede con un buen legado de esta nuestra generación.
Casablanca: es una de las casas más antiguas del municipio. Su frente nos da una
idea de lo que era el paramento habitacional de La Plaza Uribe. Con
el transcurrir del tiempo, se ha convertido en un emblema para los sevillanos.
Es el sitio de encuentro de nativos y foráneos que quieren departir al son de
música lírica, colombiana, boleros, tangos y tropical del Caribe. Su valor está
representado en la colección de música de todas las épocas, las bebidas
derivadas del café y los licores. Su colección musical está representada en 14
700 discos LP y de 78 y 45 RPM. Entre sus curiosidades, conserva en acetato la
Novena Sinfonía de Beethoven del 11 de agosto de 1908, una hermosa cafetera
italiana de 40 años y una victrola de 105 años. Allí se celebran el aniversario
de Carlos Gardel, el día mundial del tango, y encuentros de coleccionistas de música
caribeña.
Exhorto
al señor alcalde Dr. Fredy Omar Osorio para que bajo su administración podamos
mejorar la arquitectura de nuestros parques ya que contamos con la fortuna de
pertenecer al Paisaje Cultural Cafetero, así mismo dar uniformidad a la pintura de los diferentes
viviendas y negocios que están alrededor de los parques, sabiendo que deben
ser pinturas y fachadas originales de
los poblados campesinos cafeteros, de igual manera reorganizar nuestros
parques, especialmente el parque La Concordia en cuanto a cargue y descargue en
los diferentes negocios lo cual debería ser a una misma hora, con seguridad en
la horas de la madrugada. He de anotar que debería la administración conseguir
otro “club social” a las personas enfermas de alcoholismo, mal llamadas “chirinches”, que se han tomado pequeñas parcelas en ambos parques,
algunos incomodando a conciudadanos,
especialmente a niños y damas que transitan por allí.
jairvalenciagaspar@yahoo.es